sábado, 26 de marzo de 2011

indecisión

Ahora me siento, una taza humeante entre manos, y me decido a escribir.
El tema no ha sido elegido, el ánimo tampoco.
Podría dejarme llevar por la melancolía, por la ausencia, el dolor de estómago, las nubes grises que cubren el volcán.
Podría en su lugar hablar de amor, de generosidad, de amigas, de gatos y perros, de una ciudad colonial, de croissant y café.
Porqué no hablar de las decisiones difíciles, de las dudas, de las personas irritables, de las que son muy dulces, de mi hogar.
Tantas cosas habitan mi mente, tantos pensamientos a la vez. Cuando creo tener una idea me invaden otras cinco, y ninguna me atrapa, ni convence, ni inspira.
Mejor lo dejamos asi?

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