domingo, 26 de diciembre de 2010

Canción de amor para no partir

Anoche encendí la lámpara, aquella de luz violeta del jardín,
se abrieron todas las flores y por un instante estuviste ahi.
Te contaba esos chistes que me parecen tontos pero te hacen reír.
Te abrazaba con mis brazos torpes y te acercabas a mi.
Anoche encendí la lámpara, aquella de luz violeta del jardín,
ahi cantaron alondras y por un instante tu estabas ahi.
Te mecías suavemente en tu hamaca color de añil
tu pelo se enredaba con tu risa y me hacía sonreír.
Anoche encendí la lámpara, aquella de luz violeta del jardín,
ahi te esperan tus hierbas de olor, romero, albahaca y anís
ahi esperan tus cuidos rosas, gladiolas, todas color rubí
ahi te espero yo deseando que se te corten las ganas de huir.
Anoche encendí la lámpara, aquella de luz violeta del jardín.

viernes, 24 de diciembre de 2010

La Duda

En un país bañado de sol, cubierto de volcanes y playas hay una ciudad.
En la ciudad llena de autos, calles y gente que corre por doquier hay una casa.
En la casa llena de muebles, de espejos y de cuadros hay un jardín.
En el jardín lleno de flores, de grama y de luz hay una banca.
Sobre la banca tallada en madera fina está sentado un hombre.
Dentro del hombre claro, fuerte y dulce hay un corazón.
En este corazón que late día a día sin nunca parar hay una duda.
La duda que se queda, la duda que come, bebe y engorda y crece.
Crece y crece como una nube, como un niño, como un árbol.
Crece y crece sin parar. Su sombra se disemina e inunda el corazón del hombre.
Crece y cubre la banca de madera fina tallada, el jardín, sus flores y su grama,
la casa, con sus muebles, sus espejos y sus cuadros,
y la ciudad, con sus autos, sus calles, y la gente que corre por doquier,
y el país, con sus volcanes, sus playas y su sol.
Cubre todo y lo oscurece, desde el corazón de un hombre claro, fuerte y dulce que siente y alimenta sin pensar... la duda.

martes, 15 de junio de 2010

Todo está en quien descansa

De nuevo observo las cosas que suceden en mi vida con desapego, no sé si felicitarme o alarmarme de esta nueva forma de percepción. Sin duda, me siento libre… Eso es lo más importante al final de cuentas.

Alrededor sólo escucho los pájaros, son muchísimos, y sino fuera por ellos, el silencio fuera casi perfecto. Las nubes han tapado mi vista de la sierra y del mar, no tengo más remedio que rendirme ante mi cabeza que exige y reclama atención, me exige que piense, que analice, mientras un gorrión (creo) aterriza a mi lado sin verme, o ignorándome. Da igual. Es hermoso, tiene pecas en la cabeza y sus plumas muestran manchas más claras y blancas sobre un fondo marrón. Mi amigo duerme. La casa cruje y habla, con las aves, seguramente, siento como si en este momento sucede alrededor mío una gran comunicación. Los árboles, las aves, la casa, las plantas y hasta lo muebles. Son bondadosos seres de paz y de amor, hay claridad aun dentro del misterio.

O quizás se trate de un hechizo, quizás la casa esté embrujada y nos induzca a apagar nuestros sistemas internos de alarma, para que nos abandonemos irremediable e inocentemente a dormir. No, ¡a Vivir! Mi ego es grande, asoma la nariz por donde ve entrada, y los vacíos son muchos. Ahí se enciende de nuevo la máquina de producción de pensamientos, que hala emociones y sentimientos, mi coraza de cristal se difumina, casi, casi los dejo entrar.

La tempestad se insinúa y le digo que no, no quiero entrar ahí ahora, estoy en paz, tranquila. Si tan sólo pudiera dormir, como mi querido amigo al lado mío, entonces el dolor de cabeza se espanta, no se atreve a seguirme dentro de mis sueños, abandona la batalla y se retira pensando que quizás me atrape de nuevo al despertar. Pero ha aprendido en su ausencia, ha aprendido a no soltarme, de manera que no pueda dormir más, que no pueda escapar de él, y me abraza con furia.

Pienso entonces en Gandhi y en la lucha no violenta. Debo encontrar la manera de no violentar mi dolor, pero de dejarlo sin armas… Debo respirar… respirar… respirar…

Voy a intentarlo un rato.

Todo está en quien descansa…

Aire de Libertad

Llegamos al Lago de Atitlán por la carretera de Patzul Patzicia, vengo de Pachitulul, de la casa de María Renee y la vista es asombrosa, vemos el lago brillando bajo los rayos del sol, vemos las nubes en el cielo partiéndose para permitirle a la luz darnos el espectáculo maravilloso del agua, como un espejo, reflejando la belleza del cielo, y como si se tratara de un escenario renacentista, de un mural de Miguel Ángel, vemos la luz solar atravesar las nubes y caer, como gracia divina, sobre las olas.

No solo es un buen augurio. Mis amigas ríen y cantan, la armonía, la música, la belleza, todas nos pertenecen. Llegamos a la playa de Panajachel, ahí están los amigos, Gabi, Daniel, Guido, Michel… Abrazos, reencuentros, afecto, risas y besos. Pronto la música, el baile, la convivencia y la alegría.
Un fin de semana en Panajachel, con los amigos, amigos alegres, amigos libres, amigos auténticos y espontáneos…

Gracias por tu luz Atitlán, ahora entiendo todo. No soy un ser aislado, soy un ser conectado, que se reúne con los demás que han decidido dejar atrás los condicionamientos, y encontrarse a sí mismos en la originalidad que ofrece la comunidad del lago.

La Paciencia

Dicen que la paciencia es la madre de todas las virtudes. Si esto es cierto, seguramente me estoy volviendo muy virtuosa. Últimamente me han dicho que soy muy paciente. Esto me ha sorprendido placenteramente, pues sé que han sido muchas las oportunidades que la vida ha tomado para darme lecciones de paciencia.

Al final creo comprender que las cosas caen por su propio peso y que no hay nada que yo pueda hacer que acelere las cosas o asegure que obtendré el resultado que deseo o busco. Al contrario, es claro y evidente que siempre que he querido apresurar las cosas en cualquier ámbito, he perdido el control de la situación y en vez de alcanzar mis metas, he chocado contra la pared de la frustración.

He visto como al no apurar las cosas, al tener paciencia, he descubierto mis propias ambivalencias y la sabiduría de mantener una actitud abierta a todo y enfocada en nada.

En este momento me encuentro intentando conectarme al internet desde hace aproximadamente 7 horas sin ningún éxito. Me sorprende mi insistencia, y me he dicho a mi misma que responde a mi impaciencia, pero en realidad se trata de perseverancia. Si pudiera aplicar esta actitud a todos los bloqueos que se dan en la vida, seguramente lograría conseguir mis objetivos con mayor frecuencia. Es la constancia suave, sin insistencia agobiante.

Pienso en la imagen de una mujer embarazada, que ve pasar las fases de la luna y sabe que nada que haga, piense o diga tendrá impacto alguno sobre la duración de su condición. Ella simplemente acepta la situación, la espera y cierra pacíficamente los ojos, con una mano sobre su hinchado vientre, sintonizando los ritmos internos de su cuerpo, y olvidándose de las prisas.

Esta es la filosofía que debo adoptar en cuanto a mi deseo más profundo, que es el de encontrar una pareja con la cual crecer y compartir una vida con propósito.

Pero sé que debo tener la capacidad para esperar por el momento y por el hombre indicado. Tranquila. Viene en camino.

Yo Estoy con Dios

Reunida con amigas con las que la conversación puede cubrir temas profundos y alternativos, Lulu cuenta una anécdota acerca de un intento de robo del que fue víctima. Iba manejando en la calle y paró en el semáforo. De pronto sintió como una nube oscura pesada de negatividad se iba acercando a ella y estalló la voz amenazante gritando insultos y reclamando que le entregara su celular, pistola en mano. Sorprendentemente, conserva la calma y le llama la atención al ladrón por faltarle el respeto "no basta que me robes? no hace falta que me insultes", tranquilamente le habla al tipo y se inclina para tomar su celular y entregárselo, sin embargo en ese momento, sin entenderlo realmente, decide no entregar el teléfono... Se voltea lentamente y con la calma más absoluta le mira a los ojos y le dice: "Tranquilo, que yo estoy con Dios". El ladrón simplemente se alejó...

Hace algunos años, íbamos con Juan y mis hijas a recoger mi carro al taller, en Santa Tecla, nos perdimos y cruzamos en una calle equivocada. Comprendiendo nuestro error, Juan le dio vuelta al carro en una calle sin salida, pero no nos era posible salir, pues bloqueaban nuestro camino de un lado un carro y del otro un hombre parado a media calle sin moverse. En mi mente no existía amenaza alguna, sólo un ser humano confundido que no comprendía nuestra necesidad de pasar por ahí. Abro la ventana del carro y le digo amablemente "Disculpe señor, podría dejarnos pasar por favor?" El hombre simplemente se hizo a un lado y nos señaló con la mano que podíamos pasar. Al pasar al lado de él, y solamente entonces, vi la pistola que sujetaba en la mano, y los tatuajes que adornaban su cara. Mis hijas y Juan lo habían notado, yo antes de ese momento para nada. Por eso no sentí miedo, ni amenazas, ni nada... estuve en paz...

Ahora lo entiendo... YO ESTABA CON DIOS!!!

Al miedo hay que reemplazarlo con AMOR y saber si dudarlo nunca que Dios está con nosotros, dentro de nosotros, que Dios somos nosotros, y que Dios es amor.

Analista financiera

He sido hasta ahora una muy mala inversionista. He invertido mis activos sin ninguna consideración. Al azar, por ejemplo, y en contra de todos los pronósticos. He sido descuidada con mi corazón, es inevitable entonces recoger la cosecha de relaciones casuales, mediocres, malsanas, lastimeras, patéticas en su mayoría… porque si sé lo que es amar, y me doy cuenta que si tomo en cuenta factores como el tiempo que duró la relación y su intensidad en términos de satisfacción o gratificación, las relaciones más significativas hasta hoy han sido las que no han durado nada, las que por cualquier motivo tuvieron que interrumpirse, por causa de muerte, mudanza, o porque desde el principio se sabía que aquello no iba a ningún lado. Las demás, las que duraron años, (con una excepción notable), esas no tienen ninguna importancia al final, fueron relaciones en piloto automático, sin mayor cosa, tal vez hubo buen sexo, tal vez éramos buenos amigos, tal vez nos sentíamos solos, tal vez teníamos amigos en común, no sé… realmente, la vasta y amplia mayoría de los hombres de mi vida han sido insignificantes al final… No es nada personal, seguro eran buenas personas, algunos, como dije, eran maravillosos y magníficos amigos, otros eran tigres en la cama, otros, lo siento, no eran nada, pero seguro algo en su periferia, su familia, sus amigos, me atrapó.

Claro que la inversión no sólo puede ser absurda, también a veces ha sido imposible. El mejor ejemplo es mi querido L., amor de primavera, amor de eternidad. Me entregué sin guardar nada. L. se reflejó en el espejo más puro de mi alma. Su vibración casi exactamente al mismo nivel que la mía, nuestras energías unidas fueron un pedazo de arco iris, un dulce de nube, un paraíso terrenal, y temporal, terriblemente temporal. Definitivamente mi entrega era suicida, a L. lo esperaba su “novia para siempre” (aquello ya estaba decidido). Aun así, decidí invertir lo mejor que tenía que dar, sabiendo que era muy poco probable recuperar nada de mi inversión. Y lo dejé todo ahí. No usaré el termino perdí, pues nadie me quita lo bailao, o mejor dicho, nadie me quita lo amado… Ese dulcito será de esos que voy a saborear toda mi vida.

Al final de cuentas, L. no era mi maestro Jedi. Al final, resultó que la que salvaba era la Shamana del Mar, su servidora, encantada, pa’ servirle a usté.

Claro que para lograr convertirme en Shamana, las cosas no fueron tan sencillas. Primero pasé por ser la loca del pueblo, la sufrida, la bruja del oeste, y de nuevo la loca del pueblo, sólo que esta vez, lo hice a conciencia, aprovechando mi locura para crecer más, para trascender la sanidad mental y alcanzar la sanidad del alma. Pero en realidad, la Shamana fácilmente se olvida de su papel de salvadora, y puede que me transforme en delfín, y me quede jugando con las olas por ahí…

Ahora sin embargo, después de mucho tiempo, muchas equivocaciones y sufrimientos, después de frustraciones y resentimientos, después de mucha valentía y de muchos temores, al fin ahora creo que puedo tomar mejores decisiones y hacer mejores inversiones. Sé que para decidirme a invertir, no basta con la buena vibra ni la atracción instintiva. Lo más importante es que mi inversión se vea acompañada por la de un verdadero socio, la de un verdadero hombre y ya no por la de un amiguito infantil. Yo ya no soy una niña. Ahora, soy una mujer.

"she warned him not to be deceived by appearances, for beauty is found within" Prologue - Beauty and the Beast - Disney

Palabras extasiadas

He sentido el estallar de mi pecho en luz
He experimentado el amor mas grandioso
He amado profundamente al que está a mi lado
He vibrado con la ilusión del Cosmos
He amado al humano, he sido amada por Dios
He amado a mi Buda interior
He sido su dulce y devota amada
El amor conoce el calor de mi cuerpo
Por mis canales corre su energía
Nada separa al amor del amor
No hay distancia entre los dos
Porque el amor es tan solo uno
YO SOY el amor divino y universal
Yo protejo la vida con mi bendición de luz
Yo adorno los colores de las flores
Yo ilumino los ojos de los enamorados
Y aromatizo la boca de la amante
El amor SOY YO
Y me amo
Y te amo...

En tí todo lo soy,
todo lo puedo,
todo lo doy...

Después de la meditación matutina...

La luz arco iris entra en mi corazón, como un disparo penetra en mí e irradia en todas las direcciones.

Mis venas se convierten en preciosos conductos por los cuales circula el arco iris y se distribuye a cada célula, a cada tejido, a cada hueso, a cada músculo.

De repente soy plenamente arco iris y mi luz irradia por cada uno de mis poros hasta que no existe más que luz. Entonces fluyo con el aire, con el viento, con la tierra, con el fuego, con el agua; con la bendición de los cuatro elementos fluyo por el mundo y por la galaxia transformando todo a mi paso en amor ilimitado.

Mis colores pintan el cielo, y como si tuviese alas me extiendo más allá. Todo se convierte en un arco iris, todo se llena de gozo y de calma radiante.

Contengo al Universo entero, y este a su vez contiene mi Luz.......

"Todos los átomos vibran con gozo y se mantienen unidos por amor."

domingo, 18 de abril de 2010

Mujer en París

Casi nunca, conmigo, solitaria, movías la cabeza
Rechazando el crepúsculo. No siempre mirabas
La fiesta del otoño y la pereza gris bajo los puentes
Teniéndome a tu lado. Casi nunca,
Conmigo, en invierno recorrimos los parques
Con estatuas y hojas y fuentes incansables. No siempre
Te tenía mirando con mis ojos las torres solitarias
Que surgen debajo de la niebla. Casi nunca
Íbamos a caminar a los mercados, ni a romper
La quietud de los vinos yacentes. No siempre
Compartías mi noche con tu noche. Sin embargo
De entonces, sí de entonces, hay hermosos recuerdos…

Mario Hernández Aguirre

lunes, 5 de abril de 2010

La primera mañana después...

Es como si hubiera presionado el botón "pausa" y al fin ahora me decidiera (ya casi) a presionarlo de nuevo y poder "play" de nuevo mi vida. Algo así como si se me hubiera olvidado que estaba en pausa y me hubiera quedado dormida, tan profundamente que de pronto me olvidé de lo que era "play". Durante mi sueño, era como si me moviera, era como si hablara, era como si comiera, bebiera, riera, llorara, me enojara, era como si algo me doliera, como si algo me entorpeciera, era como una nota desafinada que no termina nunca de sonar. Tanto, tanto, que hasta dejé de oírla.

Dejé de escuchar y dejé de hablar. En el silencio letárgico y lleno de cosas que no se admiten, perdí a la vez  la vista. Las imágenes quedaron paralizadas, acorbadadas por el rechazo. Y de nuevo me dormí. Al siguiente amanecer el recuerdo ya no estaba. No vi tampoco los indicios de la noche anterior. Sólo el cuarto desordenado, caliente y gris.

Me levanto y atraviezo el humo, porque así se siente el aire tan denso que prácticamente se parte cuando me dirijo al baño. El espejo está nublado también. Mejor, asi no hay reflejo y puedo ignorar mi cara gris y sin brillo. Cara de madrugada tras una noche larga. Sin embargo no salí, ni recuerdo la última vez que me fui de fiestas. A pesar de eso todas las mañanas parece como si amaneciera de goma. Aunque no veo a nadie en el espejo, igual me saco la lengua, una lengua gris también, como todo a mi alrededor. Es entonces que reparo en que la luz sigue apagada. Ya salió el sol, claro, pero hace tanto tiempo que no me percato de él que ya no me saluda.

Hubo un tiempo, un tiempo que parece tan lejano, otra vida, otra persona quizás.... pero hubo un tiempo en que me levantaba a saludarlo. Celebraba cantando su aparición y llamaba a mis hijas sonriendo, juntas le cantabamos al Sol. Si... hubo un tiempo así.

Entonces creía en la magia. No es que ya no crea, simplemente ahora ya ni se me ocurre pensar en ella. Simplemente es una palabra que olvidé tanto no la usé. Velas de colores, encantamientos, e inciensos... poco a poco su recuerdo penetra en la niebla de mi mente. Si, creí en la magia, así como creí en el amor.

Mi reacción inmediata es sacudirme la superstición; al final, para mi, ambos conceptos vienen de la mitología... de las fantasías en las cuales algún día creí. Me salva el enojo, enojo contra mi misma por haber creído y por esta debilidad que podría llegar a suavizarme.

Me siento consternada por mi estado de ánimo y por mi voluntad de castigarme. La sensación me impacta con fuerza y de pronto un rayo de luz penetra la neblina de mi corazón roto.

No todo está perdido...

domingo, 21 de febrero de 2010

soy...

Yo soy de Mario y de Carmen, del Arco de Notre Dame y de la Sainte Chapelle, soy de pains au chocolat y tartaletas de grosellas, soy de baguette y de queso brie, soy de tortilla tostada y de duro viejo, soy del Flor y del lago de Coatepeque, soy de Le Marais y de los tejados Santanecos, soy del merendero san Nicolás, de pupusas de queso y de loroco, soy del vino tinto y soy del agua pura, soy de iglesias góticas y del sol del mediterráneo, soy del oceano pacífico y del lago de Atitlán, soy de besos y caricias, de mis risas y de las carcajadas de mi papá, de las sonrisas tímidas de mi mamá, de los abrazos plenos de mi abuelita y de los consejos sabios de mi tía. Soy la luna y también el sol, soy viajes y mareas, soy amiga de los robles, de los sauces y del maquilishuat, soy sopa de lentejas y sopa de frijoles, soy del frio invernal, de la nieve y de las narices rosadas, soy de la arena blanca de mi playa, y del sol radiante sobre el volcán. Soy nubes y recuerdos, vientos y brisas, soy del Sena, del Lempa y del bosque de Vincennes, soy de caballos y de perros, de gatos y  conejos, soy de amigos que se van y de otros que siempre están, soy de niñas amorosas y de hombres olvidadizos. Soy colochos al viento y gritos de alegría, soy instantes de dolor y también grandes victorias, soy el soldado desconocido, y la guerrera sin miedo, soy del Arco del Triunfo y de la torre Eiffel, de la casa de una abuela y del apartamento de la otra, soy mares nórdicos y aguas tropicales, soy piscinas en el sol, galopes en la nieve, cielos estrellados y betún bajo mis pies, soy atardeceres y amaneceres, soy rescatadora de aves y aprendíz de jardinera, soy de mi cocina, de mis recetas y de mis especies, soy té verde y mandarinas, soy de mis dibujos, de mis canciones, soy del día y de la luz, y de la noche y de los sueños, soy de Gompas, de Budas y de malas, de mantras susurrados con placer, soy de libros y cuadernos, de postraciones y de asanas, soy niña y soy anciana, soy de Paris y soy de Sibar, yo soy de aqui y soy de allá, y también -la mayoría del tiempo- soy feliz.

domingo, 14 de febrero de 2010

Acerca del amor

Tal parece que sobre este tema nunca se dice suficiente, y poco de lo que se dice se consigue explicar satisfactoriamente a los amigos. Aparentemente el tema es delicado, verán, el amor es esencial - en el sentido más puro de la palabra - para el ser humano, es decir que es la esencia misma de existir, de estar vivos en este precioso cuerpo. "Los átomos se mantienen unidos por amor" (Lama Ole Nydahl). Recientemente he entendido mucho sobre el tema, claro está que basado en mi experiencia personal y en mis aprendizajes, pero quizás a ustedes también puedan sugerirle algo...

En primer lugar permitánme decirles algo: El amor sólo está compuesto de luz, el amor es libertad, el amor es aceptación. Parafraseando a mi amada maestra y amiga Lena Leontyeva, sepan que el amor es desearle al amado que sea feliz, que tenga la felicidad y las causas de la felicidad; si él es feliz con o sin mí, entonces sé que él estará bien. Por eso le ofrecemos nuestras acciones positivas, porque la felicidad nunca proviene de algo externo, y son estas la verdadera causa de la felicidad.

Si el amor es esta felicidad totalmente y absolutamente libre de ego, no experimenta sufrimiento. El amor no conoce el orgullo porque reconocemos en el amado su más alta naturaleza, tampoco el dolor del apego, que nos perturba tanto cuando las cosas no ocurren como nosotros lo deseamos. No se permite los celos, sino que mejor enfoca su atención y energía en otra parte. El amor llena de luz nuestras vidas, y deja de ser si mismo cuando las oscurece. Al amor sólo podemos conocerlo al aceptarnos a nosotros mismos y a la otra persona, a la situación.  Al amor no hace falta poseerle, porque entonces se pierde en las nieblas de la ansiedad. Si permanecemos libres se experimenta la bendición de reconocer, apreciar y sobretodo, como recientemente me dijo una gran amiga, de respetar el amor que te dan.

La amenaza de los corazones rotos ha apagado el fuego de muchos. Son tantos los que ven su corazón endurarse frente al miedo de sufrir. Los corazones rotos tienen muchas más víctimas que Romeo y Julieta, y es uno de los dolores más profundos que podemos llegar a sentir. Sin embargo, para los que prefieren crecer en sabiduría viendo las cosas como son, sin agregarle drama ni tomarse las cosas personales, los corazones se recuperan (rapídisimo, ¡si se puede!!) y entonces logran abrirse de nuevo, porque se saben protegidos por la sabiduría que nos entrega atravesar el fuego del dolor.

Por eso, agradece por el amor que te fue dado, por el que tuviste la maravillosa oportunidad de dar, y por los momentos bonitos que te fue dado vivir. El amor siempre es una bendición. Siempre es un regalo que te permites experimentar. Los pleitos horrorosos, gritos y resentimientos, celos y recelos, juegos de poder y manipulaciones, son todas grandes experiencias de crecimiento, cada una enseñándonos lo que no deseamos volver a vivir jamás. El sexo grandioso, los besos acaramelados, los abrazos dulces y apretados, manos suaves, hombros sólidos, momentos de intimidad, verguenzas compartidas, secretos bien guardados, son algunos de los regalos bondadosos del amor. No hay nada más romántico que una sencilla mirada compartida, una conexión de un segundo, de una noche, de un mes, de un año, para algunos de una vida... El amor es ma-ra-vi-llo-so. De hecho quisiera oficialmente agradecer a todos mis maestros por todas sus lecciones, de las más amorosas hasta las más crueles, a todos los hombres que he amado... un enorme ¡GRACIAS!

Perdamos el miedo a entregarnos de nuevo, abrámonos a la oportunidad de convertirnos en personas mejores, en agentes de ternura, y de eterno respeto.  Y, como diría otra de mis sabias amigas  "seamos felices y demosle un regalo al mundo".

¡A amar se ha dicho!

domingo, 7 de febrero de 2010

"Mujeres como nosotros"

Querida Lauri:

¡Estoy encantada de leerte!!! Que buena autobiografia! Cuánto hubiera querido conocerte cuando desembarqué en El Salvador, adolescente y herida de muerte. Vine de París, donde habia vivido toda mi corta vida, y me encontré de repente vestida de negro y de duelo, encerrada en Santa Ana como Rapunzel en su torre, pero sin trenza que me ayudara a escapar. Y, a pesar de que le abrí la puerta a cuanto príncipe aparecía, sin importar que se convirtieran todos en sapo con el primer beso, ninguno logró salvarme - francamente, dudo que alguno pudiese.

Mis dias como princesa de cuento de hadas fueron contados - 365 - pero nunca encontré "gatas locas", las sectas de salvación para las indómitas y contrarias aún no existían entonces. Siento que cumplí mi destino o demasiado tarde o muy temprano pues me tomó muchos años encontrar a los míos. Ahora que ha pasado el tiempo y que he cometido demasiados errores, te leo. Y me alegro al saber que hay refugios para los acusados y señalados con el dedo. Refugios que ahora ya no necesito (o quizas si?) pero que busqué, sin éxito, la mayor parte de mi vida tropical.

Me identifiqué tanto contigo... yo también fui rechazada, criticada, lapidada con sinónimos de mesalina por tener un pasaporte diferente, usar esmalte de uñas negro y vestirme de fluorescente, en lugar del gris del uniforme. Yo tampoco aprendí nunca a sentarme "bien" y pasmé a los vecinos con la indiscresión de mis besos.

Creo que has despertado a la mandrágora en mi, que grita "justicia" y me obliga a escribir. Este escrito es para ti. Gracias, GRACIAS por compartir.

Carta a Lauri García Dueñas, después de leer "Treinta"

viernes, 5 de febrero de 2010

Mi corazón va a estallar... (BKK may 07)

Los ultimos dias han sido un regalo maravilloso... El trabajo es tan maravilloso como Bangkok... sino más... Me he dado cuenta de que, sin darme cuenta, estoy viendo a la Divinidad en los ojos de todos... De algunas personas más, supongo que es debido a su energia personal. Mucha gente se sorprende al ver como les sonrío. Si supieran lo que estoy pensando en ese momento, quizás no se asustarian tanto (o se asustarían más). Por ejemplo, esta tarde, miraba a una de las mujeres africanas con quien trabajo, y la veia tan linda, tan dulce, tan inocente, perfecta sin darse cuenta... La miré con mucho amor y me vio y le sonreí, noté que se incomodó... No lo entendió.
Estoy trabajando aqui en un tema muy especial. Hablamos de género, de diversidad, de igualdad. Hay participantes que hacen un trabajo tan lleno de significado, realmente viven sus vidas como una ofrenda. Al escucharles de pronto siento que la vida que llevo es tan insignificante. Me pregunto si podría yo también dedicar mi vida a una causa más grande, a otros, y que si podría, aunque claro, tendría que renunciar a muchas cosas, y esto no es una decisión que uno toma a la ligera. Me siento anciana al decir esto... pero es la verdad.
Ahora tengo que confesarles algo: En este viaje, me he enamorado total y profundamente... de al menos dos mujeres increibles. Una es árabe, palestina, se llama Iman y ha fundado un teatro interactivo con las comunidades de la orilla oriental de Gaza para enfrentar temas delicados como por ejemplo el incesto, o algo llamado Honor Killing. Explico: en Palestina, sobretodo despues de la segunda intifada, ha crecido mucho el resentimiento y las familias se han cerrado mucho. Por eso han empezado a casar a sus hijas a partir de los 15 años, y muchas veces antes. Frecuentemente la chica no está de acuerdo y huye. Entonces, un miembro de su familia va a buscarla y la mata, para salvar el honor de la familia. Lo trágico es que no existen verdaderos castigos para el asesino, sobretodo si es menor de edad, por lo que las familias mandan a los hermanitos a matar a su hermana. Imaginen el desgarro, las heridas, el daño emocional... Es espantoso. Pues a traves de sus obras, Iman logra hacer que las personas enfrenten lo que ocurre y que ofrezcan soluciones para ir cambiando las relaciones. Es un trabajo muy valioso, más allá de lo que yo pueda lograr comunicar en palabras.
Cuando acabó la sección en la cual Iman presentó, quise buscarla para felicitarla por su trabajo, y la encontré sola, tomando café. Me acerqué, lista para darle mi discurso más elocuente, pero al verla perdí las palabras y únicamente pude tomarla en mis brazos - es mas pequeña que yo - y abrazarla, y, muy para mi verguenza, me puse a llorar. Ella, en toda su maravillosidad, me abrazó fuertemente de vuelta. Le dije "gracias" y sentí cuanto la amaba. Ella si entendió. Desde entonces hay una complicidad especial entre nosotras.
Luego esta Kamla, una mujer mayor, al menos de la edad de mi madre. Es una feminista que ha trabajado muchisimo en India, en Naciones Unidas, y en otros lados, ha escrito muchos libros denunciando el patriarcado y como ha herido tan profundamente a hombres y a mujeres por igual. ¡Ella es increible! Si tan solo pudieran escucharla hablar. Tiene una pasión tan fuerte. Siento un afecto enorme por ella, no sé ni porqué ni como. Pero lo hermoso de esto es que aparentemente es mutuo. Cuando me mira me abraza, me toma del brazo, me sonríe, siento que me aprecia también, como si de alguna manera nuestros corazones se comunicaran sin palabras. Esta mañana, en el desayuno, nos sentamos juntas y me habló de su hijo gravemente invalido y de su hija, que se suicidó el año pasado a los 28 años. Habla sin dolor, con el "matter of factness" de los que conocen el sufrimiento y saben que nada puede borrarlo ni cambiarlo y que no queda más que aceptarlo.
Siento el deseo de soltarlo todo y seguirla por el mundo apoyándola en su trabajo, no sé que me ha pasado, pero escucho como el trabajo de estas mujeres resuena en mi corazón, en el tejido mismo de mi alma, no sé porqué, pero mi vida de repente es nueva. No soy la misma de antes, y siento miedo de volver a El Salvador y de perder esta inspiración, esta vibración tan poderosa que siento en mi interior. No se como ver esto sin ver a la Divinidad, al Espiritu, al Universo, a Dios, trabajando dentro de mi, transformando, espero.

No me llamen psicopata, si estoy enferma, es de amor. Amor profundo e infinito por los seres sintientes a mi alrededor. Quisiera tener más fuerzas, quisiera ser enorme e invencible para poder volar y ser como Iman, como Kamla, como Lex, Audelino, Madhuri, Esther y tantos más que he conocido aquí y cuyas vidas hacen una diferencia...
No puedo separar esto de lo que siento cuando voy al Templo que está en la esquina de mi hotel. Siento el corazón ya no en mi pecho, sino tan grande que rompe con los límites físicos y rodea mi cuerpo... Es algo muy hermoso.

Amo el amor

amo el amor que se ríe, campanitas en el sol,
se ríe y tintinea, y te llena como el pan;
amo el amor que se entrega como lámpara,
se da y se reinventa para volver a entregar;
amo el amor que se recibe como aire,
no espera nada pero se alegra
y ríe, y da y abraza feliz,
feliz y agradecida de que tu estás.

para ti que no lo sospechas :)