domingo, 20 de febrero de 2011

Lo que me calienta el alma

Me he sentado a trabajar y a pesar de tener el diccionario abierto frente a mi, lo unico que puedo hacer es sentir como se hincha mi corazon, tanto que casi se me llenan de lagrimas los ojos. Me siento llena de amor y no logro pensar en nada mas.

En algun lugar frio esta un hombre que piensa en mi y me lleva en su corazon. Me entrega su amor por lo medios de los que disponemos, me hace sentir bella, amada y plena, y nuestra conexion me llena de luz.

Mi corazon se ha convertido en un lugar seguro y calido donde me encuentro a gusto. Sueno despierta con los momentos que compartimos juntos y con los que deseo regalarle a el.

Estoy en el mismo lugar de siempre, y sin embargo todo ha cambiado. Hoy, en algun lugar del mundo, esta un hombre que piensa en mi y me lleva en su corazon.

Lo que ya ni pensaba por imposible e irreal se ha convertido en mi absoluta realidad, y vivo cada dia inmersa en su amor. No existe pasado ni futuro, sino solo el instante en que los dos sabemos que el otro siente lo mismo y nos llenamos de paz.

Sus palabras irradian luz calida que llena mi pecho, mis ojos y mi voz. Entonces cierro los ojos y atravieso el oceano y cubro todas las distancias, hasta ese lugar lejano donde esta un hombre que piensa en mi y me lleva en su corazon.

Ahi esta el, con sus ojos, sus labios, sus palabras y su olor. Me espera y me fundo y desaparezco en su amor.

martes, 15 de febrero de 2011

Lo que no se dice

07.02.11

Hoy es todo lo que existe.
Hoy es todo lo que existe.
Hoy es TODO lo que existe.

Hay momentos y sentimientos de los que no vale la pena escribir.

Vale la pena escribir acerca de esa piedra, acerca de esa entrega, de la inocencia con la que hemos manejado todo. Vale la pena escribirlo para no olvidarlo nunca, porque HOY he sido feliz y él ha sido feliz conmigo.

Porque me entregó su energía y con mis ojos cerrados sentí todo su amor. Porque lo que recibía lo iba retornando para su bienestar. Porque me ha dado sólo bondades y porque bondad es lo único que merece recibir.

Aunque le huya a la palabra hasta en el pensamiento, mi ser entero lo sintió y lo siente, aunque no reconcilie esto con mi corazón. Pero la vida es lo que es y en el karma se tejen los hilos que unen y separan, y no tengo opción más que aceptarlo con alegría, con gozo, con libertad.

Mejor ahuyento los miedos que me rondan, que a veces me cortan la respiración. Cómo no va a ser posible, si las cosas son como son y "pas autrement".

Hoy es todo lo que existe y hoy sólo existimos los dos.

Me golpea la intimidad del momento y de las palabras que no me atrevo a escribir, y me alarma la fuerza que me impulsa a hacerlo a pesar de todo. Estas dudas no tienen nada que ver con la libertad que encarnamos y que busco representar.

Estas palabras estancadas SON y EXISTEN hoy, las escriba o no.

Me escondo distrayendome y busco razones para hablar del cielo azul, del vuelo de las aves, del sonido de las olas en este lugar. Pero el único interés que me mueve son sus ojos, sus manos y su voz, y lo miro y deseo grabarlo en mi ser como ha quedado en la piedra, en la arena y en el mar.

Suspiro para lograr controlarme y volver a mi único verdadero refugio. Agradezco esta oportunidad de vivir una vida tan maravillosa, tan plena de bendiciones y tan fuerte. Tengo además la suerte de conocer los métodos que son lo único que va a salvarme. Salvarme de la impermanencia de su compañía, de su sonrisa, de su dulzura que ya están condenadas a desaparecer.

Me queda saber que todo es causal, que su venida no es por gusto ni en vano y que juntos nos hicimos bien. El resultado de este encuentro es el gozo del espacio donde todo puede suceder.

Al final esto es, como todo, un paso más en mi camino, un paso más que me acerca a mi ser de luz. Un poco más de consciencia, un poco más de claridad. Una aceptación de las cosas como son y de la importancia de aceptarlo.

Pienso en las semillas sembradas en otra vida y pienso que quizás en otra por venir cosecharemos los frutos que hemos fertilizado HOY. Pero hoy es TODO lo que existe, y hoy está conmigo, a mi lado y sonríe. Y puedo tocarlo y besarlo y saber que su corazón late como el mío, al ritmo de todo eso que no digo pero que es la esencia de todo lo que escribo y casi -casi- me atrevo a escribirlo.

Pero no...

lunes, 14 de febrero de 2011

Lo que dejo atras

12.05.09

A menudo me pregunto cual es el siguiente paso y donde me llevará ahora el camino. Tal me parece que mi vida es un cambio continuo y también que no alcanzo un lugar en el cual reposar. No reposo porque cuando encuentro la paz no tarda la vida en distraerme. Aparece ante mi una persona que me enamora y ante la cual no logro dudar.

Quisiera encontrar dentro de mi el agujero primordial. Donde se encuentra toda la raíz de mi angustia y de mi dolor. Toda mi sed de amor que hace que me pierda en una mirada, debido a las ganas que tendo de estrechar mi corazón en los brazos de otro. Y me siento incompleta porque no lo logro. Porque no se quedan, porque no me elijen.

Sé que me falta sin duda solidez pero no comprendo porque me elude con tanto afán el amor.
Examino mis relaciones y el largo camino recorrido. Tantos maestros me han besado y luego se han llevado sus besos lejos de mi. No sé que es lo que más duele, si el estar sola desde hace tanto tiempo, o el hecho de que no me amen. Esto último creo, pues el solo hecho de escribir las palabras hace que mis ojos se llenen de lágrimas.

Quisiera entender porque me es negado el gozo de escuchar a mi ser amado decirme las palabras "te amo" y me pregunto qué he hecho mal.

Me duele en este momento el rechazo de uno que creí poder amar. Claro que elegí librar una batalla, una batalla en nombre de mi verdad más alta, el amor que hay en mi y que he visto a veces iluminarse en sus ojos, pero que no ha querido darme. Una batalla que al fin nadie me pidió que librara, una batalla que me consume día con día y que pierdo sin gloria. Mi dolor es discreto. Calladito llega a mi corazón. Y entonces dudo...

Me miro al espejo y me gusta lo que veo. Hablo con mi mente y me gusta lo qeu escucho. Siento mi corazón y me gusta su respuesta. Y no comprendo porque aquel que amo no puede amarme. A pesar de todo esto y aquello. A pesar de todo. Y lloro.

Ya no me averguenzo de mis lágrimas. Son como un idioma conmigo misma, como una forma de hacerme cariño, permitiendole al dolor derretirse y salir de mi. Mis lágrimas son discretas. Son silenciosas y me alivian. Sin palabras ni ruido gritan mi dolor, se llevan la desesperación y la angustia, y este maldito miedo a la soledad que me aleja de todo y hasta de mi.

Siento mi vida incompleta y necesito un abrazo. Que venga alguien y contenga esto que ya no logro retener. Un abrazo de madre, de hermano, de amiga.

Me siento incapaz de cumplir con lo básico, las ganas se me van y se desvanece mi fuerza... pero es temporal y pronto estaré de nuevo en pie enfrentandome a mi misma y a mi soledad.

Quisiera encontrar en mi la fuerza de amar enteramente lo que tengo. Mi familia sin pareja, mi vida imperfecta, mis miedos y mis dudas. Quisiera sentirme plena y no desear que fuera diferente. Pero me siento egoísta por no poder dar más.

Tengo una vida hermosa pero por alguna razón mi deseo más ardiente es compartirla y no entiendo porque no he logrado que sea así. Cada viaje, cada comida, cada historia insólita, cada anecdota, cada chiste... siento que sería mejor si pudieras estar "tu", seas quien seas, pero que quieras estar, que quieras compartir, que me elijas a mi.

Y lo que más me duele es precisamente eso... todo lo que yo quiero dar y que aparentemente nadie quiere recibir. Tengo mucho amor adentro, besos, abrazos, cariños, cocina, manjares, sorpresas, cuidados, sexo, viajes, cajas de maravillas y lugares esplendorosos... Y me duele que los rechacen, que no me quieran, que me abandonen.

Me duele...



Tengo un corazón sencillo, pero se muere sin dar amor.